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Scientific Reports volumen 13, número de artículo: 5377 (2023) Citar este artículo
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El estudio ingeniería-geológico se ocupa del estudio de la importancia y la relación entre la trabajabilidad del suelo y la roca (factor que representa la estructura ingeniería-geológica del macizo rocoso) y los demás parámetros del movimiento de tierras que influyen en el coste de los trabajos de construcción, como el tipo de excavación y su tecnología. y volumen cúbico excavado. La herramienta comparativa fue el costo del movimiento de tierras, ya que refleja el valor real de los parámetros dados durante la ejecución del movimiento de tierras. La trabajabilidad del suelo y de las rocas es el parámetro más importante de la estructura geológica e ingenieril del macizo rocoso durante cualquier movimiento de tierras. El inversor paga al contratista por el movimiento de tierras en función de las clases de trabajabilidad cuyo valor contable se expresa como una unidad de volumen de movimiento de tierras por proyecto en particular. Los resultados de la investigación surgen de una comparación de seis estudios de caso de proyectos de construcción de sistemas de alcantarillado en el noreste de la República Checa. La investigación muestra que el factor más importante durante la ejecución del movimiento de tierras es la estructura geológica específica (52%), lo que se refleja en el parámetro de las clases de trabajabilidad del suelo y la roca, con base en el cual se valora todo el movimiento de tierras. El segundo factor más importante (33%) es el tipo de excavación y su tecnología. El menos importante es el volumen cúbico excavado (15%), es decir, el volumen cúbico total del movimiento de tierras. Los resultados se obtuvieron dentro de tres enfoques de evaluación, donde la unidad de comparación fue un metro cúbico de volumen excavado durante el movimiento de tierras.
La motivación y el tema del estudio de ingeniería geológica (Fig. 1) es identificar la importancia del carácter de la estructura geológica (representada por la trabajabilidad del suelo y la roca) en la implementación del movimiento de tierras1,2,3,4. Para ello, también es importante verificar la importancia de otros parámetros (tipo, tecnología y volumen de excavación).
Esquema simplificado de los objetivos de la investigación.
Todos estos parámetros (factores) participan en los costos de movimiento de tierras, por lo que la unidad de comparación será el costo del volumen excavado (m3). Esta información es importante para inversores y contratistas (también para ingenieros geólogos o geotécnicos) que realizan movimientos de tierras. Conocer los costes de cada parámetro implica prestar la debida atención durante la planificación para predecir el curso de las obras y evitar posibles escollos. El estudio también tiene objetivos científicos y didácticos, ya que puede ayudar a preparar a investigadores, profesores y estudiantes para abordar estas cuestiones. El movimiento de tierras, que es el tema de este estudio, representa un componente importante de cada proyecto de construcción. También forma parte de todas las investigaciones ingeniería-geológicas5,6,7. Además, en algunos proyectos de construcción, el movimiento de tierras es el trabajo dominante, por ejemplo, en la construcción de sistemas de alcantarillado o de carreteras. Para llevar a cabo este estudio, elegimos proyectos de construcción de sistemas de alcantarillado y comparamos 6 proyectos diferentes de construcción de sistemas de alcantarillado como estudios de caso del noreste de la República Checa (Fig. 1). Los sistemas de alcantarillado han sido discutidos por Xu et al.8 y Kang et al.9, pero en el contexto de riesgos geológicos o terremotos.
El estudio da como resultado relaciones cuantificadas entre la trabajabilidad del suelo y la roca, así como el tipo, tecnología y volumen de excavación utilizando una herramienta comparativa de costos de movimiento de tierras (precio por excavación de 1 m3).
La trabajabilidad del suelo y las rocas10,11,12,13,14 es una propiedad caracterizada por la cantidad de trabajo necesario para romper y cargar el suelo o las rocas durante el movimiento de tierras relacionado con una unidad de volumen. Corresponde a la resistencia que el suelo o la roca ejerce al aflojamiento (idéntica a la característica de rotura de las rocas), tiene en cuenta la adherencia (pegajosidad) de las rocas a las herramientas, el aflojamiento y la dificultad de carga en los vehículos. Se expresa en 7 clases de trabajabilidad15,16. La propiedad más similar es la característica de rotura de las rocas17,18,19,20,21, pero no tiene en cuenta el trabajo necesario para cargar el material trabajado en un vehículo. En los movimientos de tierras también se deben considerar los aspectos ambientales22,23.
Desde el punto de vista geológico, las seis localidades (estudios de caso, Fig. 2) se encuentran en los rellenos antropogénicos (localidad 1), sedimentos de loess eólicos (localidad 2), arenas y gravas fluviales (localidad 3), gravas proluviales (localidad 4), sedimentos arcillosos, arenosos y grava-arenosos de llanura aluvial fluvial (localidad 5), y pelitas y psamitas eluviales marinas (localidad 6). Todas las excavaciones en las localidades indicadas se realizaron en sedimentos cuaternarios, sólo en la sexta localidad también se excavó la estructura geológica de ingeniería precuaternaria formada por pelitas marinas del Carbonífero.
Ubicación de los estudios de caso en el mapa geológico (a) localidad 1, (b) localidades 2 y 3, (c) localidad 4, (d) localidad 5, (e) localidad 6. Figuras esquemáticas realizadas por los autores utilizando CorelDRAW Graphic Suite Software 2019 www.coreldraw.com.
En cuanto a geomorfología, las localidades 1 y 5 se encuentran en las Depresiones de los Cárpatos Exteriores; Si observamos una geomorfología más detallada, la localidad 1 está en la meseta de Havířov de la cuenca de Ostrava y la localidad 5 en la llanura aluvial de Odra de la Puerta de Moravia. Las localidades 2, 3 y 4 se encuentran en los Cárpatos occidentales y en las tierras altas del Bajo Beskydy. Mientras que las localidades 2 y 3 se encuentran en Frýdek Upland, la localidad 4 se encuentra en Radhošť Foothills. La localidad 6 se encuentra en las tierras altas de Děhylov en el Bajo Jeseník, perteneciente a la subprovincia de Krkonoše-Jeseník.
Desde el punto de vista ingenieril-geológico, las capas del subsuelo del sistema de alcantarillado en la localidad del primer caso de estudio deben dividirse en capas excavadas y no excavadas (Fig. 3). La estructura de ingeniería tenía 1,1 km de largo. Las capas excavadas fueron (indicadas desde la superficie del suelo hacia abajo; de izquierda a derecha): margas de loess eólicas (tipo de suelo F6 = CL Fig. 3—leyenda; clase de trabajabilidad—tt 2), relleno antropogénico (Y con el carácter de G5 = GC ; tt 3), arcilla glaciolacustre (F6 = CL; tt 3), franco-grava fluvial (F1 = MG; tt 4) y arena glaciolacustre (S3 = SF; tt 2) y arcilla glaciolacustre (F8 = CH; tt 3). Las dos últimas capas se encontraron tanto en la parte excavada como en la no excavada del subsuelo (ver sección ingeniería-geológica). La parte no excavada está constituida por grava-arena glaciolacustre (G3 = GF; tt 2) y grava arcillosa glaciolacustre (G5 = GC; tt 3).
Secciones de ingeniería geológica de los estudios de caso (a) localidad 1, (b) localidad 2, (c) localidad 3, (d) localidad 4, (e) localidad 5, (f) localidad 6. Figuras esquemáticas realizadas por los autores utilizando el software CorelDRAW Graphic Suite 2019 www.coreldraw.com.
En la localidad del segundo caso de estudio (Fig. 3b), las capas excavadas fueron margas loess eólicas (tipo de suelo F6 = CL; clase de trabajabilidad—tt 2), margas francas fluviales (F1 = MG; tt 3), arcillas fluviales (F6 = CL; tt 3) y grava-arena fluvial (G3 = GF; tt 2). Las últimas tres capas se encontraban tanto en la parte excavada como en la no excavada. Las restantes capas de subsuelo no excavadas fueron arena fluvial (S3 = SF; tt 1), grava arcillosa fluvial (G5 = GC; tt 3) y arcilla marina (F8 = CH; tt 3).
La localidad del tercer caso de estudio (Fig. 3c) fue característica de marga loess eólica (tipo de suelo F6 = CL; clase de trabajabilidad: tt 2), marga de grava fluvial (F1 = MG; tt 4) y arcilla fluvial (F6 = CL ; tt 3), donde las dos últimas capas fueron excavadas sólo parcialmente. Entre las capas no excavadas se encontraron grava-arena fluvial (G3 = GF; tt 2), arena fluvial (S3 = SF; tt 2) y grava arcillosa fluvial (G5 = GC; tt 3).
En la localidad del cuarto caso de estudio (Fig. 3d), las capas excavadas estaban compuestas por franco loess eólico (tipo de suelo F6 = CL; clase de trabajabilidad—tt 2), franco grava proluvial (F1 = MG; tt 3) y franco proluvial arcilla (F6 = CL; tt 3). La última capa fue excavada sólo parcialmente. Las capas restantes del subsuelo no excavado estuvieron compuestas por arena proluvial (S3 = SF; tt 1), arcilla proluvial (F8 = CH; tt 3) y arena marina (R3-5; tt 4).
La localidad del quinto caso de estudio (Fig. 3e) fue característica de marga loess eólica (tipo de suelo F6 = CL; clase de trabajabilidad—tt 2), relleno antropogénico (Y con el carácter de F8 = CH; tt 3) y arcilla fluvial. (F8 = CH; tt 3), donde la última capa fue excavada sólo parcialmente. Las capas de subsuelo no excavadas fueron arena fluvial (S3 = SF; tt 1), grava-arena fluvial (G3 = GF; tt 2) y arcilla marina (F8 = CH; tt 3).
En la localidad del sexto estudio de caso (Fig. 3f), las capas excavadas fueron relleno antropogénico (tipo de suelo Y (G5 = GC); clase de trabajabilidad: tt 3), eluvio de pelitas erosionadas (R5; tt 4), eluvio de pelitas erosionadas (R5; tt 4), eluvio de pelitas erosionadas (R5; tt 5) y pelitas marinas sanas (R2-4; tt 6). Las dos últimas capas se encontraban tanto en la parte excavada como en la no excavada.
El primer factor evaluado fueron las clases de trabajabilidad (Fig. 4) que en los casos de estudio se evalúan mediante el modelo de clasificación según la Norma CSN 73 305015,16. Se trata de sistemas de clasificación de rocas que se utilizan en los movimientos de tierras durante los trabajos de construcción y sirven para determinar el precio de los movimientos de tierras. Sin embargo, además del precio, también influyen en el proyecto de construcción y en la realización del movimiento de tierras.
Tabla de clasificación de clases de trabajabilidad de suelos y rocas.
Los suelos y las rocas se dividen en 7 clases de trabajabilidad (Fig. 4). Allí se utilizan diversos criterios de clasificación, que dependen principalmente de si se trata de suelos de grano fino o de grano grueso, semirocosos o duros. Las clases de trabajabilidad se utilizan para documentar todas las perforaciones geotécnicas, excavaciones y valoraciones de movimientos de tierras, pero también para elegir los mecanismos adecuados para los movimientos de tierras.
El primer grupo son los suelos cohesivos (Fig. 4). Los suelos cohesivos se clasifican en clases de trabajabilidad según el índice de plasticidad y el índice de consistencia. Las clases de trabajabilidad 1, 2 y 3 en suelos de grano fino significan que el índice de plasticidad está por debajo de 17, mientras que el índice de consistencia es de 0,05 a 0,75 para la clase de trabajabilidad 1 (el suelo se puede trabajar con una pala), de 0,75 a 1,00 para la clase de trabajabilidad 2 (suelos se puede trabajar con pala) o índice de consistencia superior a 1,00 para la clase de trabajabilidad 3 (la tierra se puede aflojar con un pico). O, en caso de que los suelos de grano fino tengan un índice de plasticidad igual o superior a 17 y un índice de consistencia de 0,05 a 1,20, dichos suelos se clasifican en la clase de trabajabilidad 3. En caso de que el índice de consistencia sea superior a 1,20, se trata de una clase de trabajabilidad 4.
En suelos no cohesivos distinguimos 2 grupos de criterios (Fig. 4). En el primer grupo tenemos la combinación de compactación relativa (índice de densidad) y distribución granulométrica. Si el índice de densidad es inferior a 0,33 y los granos son menores de 20 mm, es clase de trabajabilidad 1. Si el índice de densidad es de 0,33 a 0,67 y el tamaño de grano es menor de 20 mm, es clase de trabajabilidad 2. La tercera opción es Suelos no cohesivos con índice de densidad superior a 0,67 y distribución granulométrica inferior a 50 mm, lo que corresponde a la clase de trabajabilidad 3.
En el segundo grupo de criterios se trata de una combinación de porcentaje de volumen y determinada distribución granulométrica. La clase de trabajabilidad 1 se caracteriza por un tamaño de grano inferior a 20 mm y un porcentaje de volumen superior al 10%. El porcentaje de volumen restante inferior al 10% se caracteriza por granos superiores a 20 mm. Lo mismo se aplica a las clases de trabajabilidad 2 y 3: el porcentaje de volumen mayoritario superior al 10% está formado por granos de 20 a 50 mm (clase de trabajabilidad 2) y de 50 a 100 mm (clase de trabajabilidad 3). El porcentaje de volumen minoritario (inferior al 10%) lo constituyen los tamaños de grano superiores a 50 mm (clase de trabajabilidad 2) y superiores a 100 mm (clase de trabajabilidad 3). En la clase de trabajabilidad 4, el porcentaje de volumen inferior al 10 % se caracteriza por un tamaño de grano superior a 250 mm, el porcentaje de volumen del 10 al 50 % para una distribución de tamaño de grano de 100 a 250 mm y el volumen restante se caracteriza por una clase de trabajabilidad inferior 4. La clase de trabajabilidad 5 se caracteriza por una distribución de granulometría de 250 a 580 mm (0,1 m3) mm y un porcentaje de volumen de 10 a 50%, y un tamaño de grano de 100 a 250 mm en un porcentaje de volumen superior al 50%. Un principio similar de porcentajes de volumen se aplica en las clases de trabajabilidad 6 y 7, donde la clase de trabajabilidad 6 tiene una distribución granulométrica de 250 a 580 mm (0,1 m3) para un porcentaje de volumen mayor (más del 50%), mientras que la clase de trabajabilidad 7 se caracteriza por distribución granulométrica inferior a 580 mm (0,1 m3). Un porcentaje de volumen menor (por debajo del 50 %) es característico de un tamaño de grano inferior a 580 mm (0,1 m3) en la clase de trabajabilidad 6, y la clase de trabajabilidad 7 se expresa por la presencia restante de rocas duras de clase de trabajabilidad inferior a 7. El tamaño medio de 580 mm tiene el valor 0,1 m3 en la norma.
La aparición de rocas duras (Fig. 4) es típica de clases de trabajabilidad más altas, ya que la mayor resistencia de las rocas significa que no se rompen ni se cargan fácilmente. El criterio de evaluación es el espaciamiento de discontinuidades. La clase de trabajabilidad 5 se caracteriza por una distancia entre discontinuidades inferior a 150 mm. En la clase de trabajabilidad 6, la distancia entre discontinuidades es de 150 a 250 mm, y en la clase de trabajabilidad 7, superior a 250 mm.
El criterio menos importante para la evaluación de la trabajabilidad es el uso de herramientas o maquinaria manuales. Las herramientas manuales (Fig. 4) se utilizan sólo en las primeras cuatro clases de trabajabilidad, donde la clase de trabajabilidad 1 se puede trabajar con una pala. En la clase de trabajabilidad 2 necesitamos usar una pala y en la clase 3 necesitamos usar un pico. Descartando palas, palas o picos, en la clase de trabajabilidad 4 necesitaremos emplear cuña y mazo. Para el resto de clases de trabajabilidad es necesario utilizar maquinaria.
En cuanto a la maquinaria (Fig. 4), en relación con las clases de trabajabilidad, existen las siguientes reglas. Para las clases de trabajabilidad 1 y 2 podemos utilizar una cargadora de ruedas, para las clases de trabajabilidad 3 y 4 utilizamos una excavadora, y para la clase de trabajabilidad 5 utilizamos un desgarrador o una excavadora pesada, o explosivos. Para la clase de trabajabilidad 6 utilizamos un desgarrador pesado o explosivos. Para la clase de trabajabilidad 7 sólo se utilizan explosivos. En línea con el progreso tecnológico, se podrán aplicar nuevos mecanismos para las diferentes clases de trabajabilidad. Además, para algunas clases de trabajabilidad utilizamos mecanismos idénticos, pero la diferencia está en la energía gastada en aflojar y cargar. Además, habrá diferentes grados de desgaste. Todo ello deberá reflejarse en la clase de trabajabilidad seleccionada y el correspondiente precio del movimiento de tierras.
De todas las propiedades que evaluamos dentro de las investigaciones de ingeniería geológica, la más significativa económicamente24,25 para las obras de construcción es la trabajabilidad del suelo y la roca, ya que se utiliza para determinar el precio de los movimientos de tierras. Esto se aplica principalmente en proyectos de construcción con un volumen dominante de movimiento de tierras. En los proyectos de construcción de sistemas de alcantarillado, el movimiento de tierras juega un papel decisivo.
El primer criterio de evaluación es la influencia de una determinada clase de trabajabilidad en el precio de 1 m3 de movimiento de tierras. Produjimos gráficos para cada clase de trabajabilidad (Fig. 5a – h), donde la última Fig. 5h muestra los valores mínimo, máximo y promedio de todos los gráficos que describen los precios de las clases de trabajabilidad.
Gráficos de los precios de las clases de trabajabilidad (1 a 7) y un gráfico resumido; a) clase de trabajabilidad 1; b) clase de trabajabilidad 2; c) clase de trabajabilidad 3; d) clase de trabajabilidad 4; e) clase de trabajabilidad 5; f) clase de trabajabilidad 6; g) clase de trabajabilidad 7; h) precio mínimo, máximo y medio de cada clase de trabajabilidad.
Los gráficos primero y segundo de las clases de trabajabilidad 1 y 2 (Fig. 5a, b) muestran los precios más bajos en comparación con los restantes. Esto es lógico porque las clases de trabajabilidad 1 y 2 son las que presentan una rotura más fácil. Los precios en las dos clases de trabajabilidad son idénticos debido a un promedio un tanto convencional de precios en las dos clases.
En cuanto a los costes de las clases de trabajabilidad 1 y 2 (Fig. 5a,b), se demostró que el coste mínimo del movimiento de tierras es de 1,7 euros por 1 m3, lo que corresponde al 1,8% del precio máximo de todas las clases de trabajabilidad. Esto se debe a que se utilizan las tecnologías de excavación más simples (zanjas de carretera). Otra razón son los volúmenes más altos (más de 5000 m3), que siempre son más baratos (en volúmenes mayores, la maquinaria y el personal ya están en el sitio, lo que abarata el precio de 1 m3). El cálculo de porcentajes se realiza comparando el precio máximo de todas las clases de trabajabilidad. Por el contrario, el precio máximo del movimiento de tierras en las clases de trabajabilidad 1 y 2 es de 17,3 euros (18,6%), lo que está relacionado con la tecnología de excavación más exigente (foso blindado) y el menor volumen cúbico (inferior a 100 m3). El precio medio es de 6,4 euros (6,8%).
La clase de trabajabilidad 3 (Fig. 5c) tiene un precio de 2,2 euros (2,4%) por 1 m3, lo que supone un aumento del 0,6% en comparación con los dos precios mínimos de la clase de trabajabilidad anteriores. Al igual que en el caso anterior se trataba de una zanja vial de gran capacidad cúbica (más de 5.000 m3). Por el contrario, el precio máximo en esta clase de trabajabilidad es de 31,0 euros (33,3%) con un incremento del 14,7%. Además, en este caso se utilizó una tecnología similar (pozo blindado) y la capacidad cúbica fue inferior a 100 m3. El precio medio fue de 9,9 euros (10,6%).
El precio mínimo de la clase de trabajabilidad 4 (Fig. 5d) aumentó un 1,0%, en comparación con la clase de trabajabilidad anterior, hasta 3,2 euros (3,4%) por 1 m3. El valor máximo aumentó entre un 9,4% y un 42,7% (39,8 euros). En cuanto a la correlación de precios mínimos y máximos relacionados con la tecnología de excavación y los volúmenes cúbicos, la relación es compatible con los casos anteriores; Sólo en el precio máximo la tecnología de excavación de pozo protegido cambió a zanja protegida. Esta categoría tiene un coste medio de 14,9 euros (16,0%) dentro de toda la clase de trabajabilidad 4.
En relación con el precio mínimo de la clase de trabajabilidad 5 (Fig. 5e), se produjo el mayor aumento (11,4%), en comparación con la clase anterior, hasta el 14,8% (13,8 euros por 1 m3). En cuanto al precio máximo, también se produjo un aumento respecto a la anterior clase de trabajabilidad 4 (del 25,1%) hasta el 67,8% (63,1 euros). En cuanto a la correlación con los casos anteriores, la tecnología cambió por el precio mínimo. En lugar de zanjas de carretera, la tecnología fue la de zanjas sin blindaje. En cuanto al precio máximo, es similar al caso anterior: en lugar del pozo blindado, se utilizó una zanja blindada. En cuanto al volumen cúbico, el precio mínimo se refiere a volúmenes superiores a 5.000 m3 y el precio máximo difiere de los casos anteriores (todos los volúmenes: inferiores a 100 m3, 100 a 1.000 m3, 1.000 a 5.000 m3, superiores a 5.000 m3), mientras que en las clases de trabajabilidad 1–4 el volumen cúbico siempre estuvo por debajo de 100 m3. El precio medio en esta clase es de 32,9 euros, por lo que representa el 35,4% del precio máximo en todas las clases de trabajabilidad.
En la clase de trabajabilidad 6 (Fig. 5f), el precio mínimo es de 21,2 EUR (22,8%) por 1 m3, lo que corresponde a un aumento del 8,0% en comparación con la clase de trabajabilidad 5. El precio mínimo para esta clase de trabajabilidad es idéntico al anterior. uno (zanja no blindada), pero el precio mínimo también se aplica a la fosa no blindada. El precio máximo es de 75,6 euros (81,2%) y corresponde a una subida del 13,4%. Se utiliza la misma tecnología, es decir, zanja blindada. En cuanto al volumen, la situación es idéntica al caso anterior, tanto en cuanto al precio mínimo como al máximo. El valor medio es de 41,2 euros, lo que supone un 44,2%.
La clase de trabajabilidad 7 (Fig. 5g) tiene un precio de 26,7 euros (28,7% para zanja de carretera) por 1 m3, lo que supone un aumento del 5,9% respecto al precio mínimo de la clase de trabajabilidad anterior. En cuanto a la tecnología, se utilizó zanja vial. El precio máximo en esta clase de trabajabilidad es de 93,1 euros para zanja blindada, lo que supone el 100% del precio máximo para todas las clases de trabajabilidad (un aumento del 18,8% respecto a la clase de trabajabilidad 6). En cuanto a la tecnología de excavación, el precio máximo no varió. En cuanto al volumen cúbico, las correlaciones del precio mínimo y máximo se mantuvieron sin cambios. En los valores mínimos, el volumen cúbico del movimiento de tierras es inferior a 5000 m3 y en el valor máximo, el volumen cúbico es inferior a 100 m3, 100 a 1000 m3, 1000 a 5000 m3 o superior a 5000 m3. El precio medio es de 50,0 euros (53,7%).
La Figura 5 muestra las frecuencias de los 6 estudios de caso, en los que el precio de la columna se complementa con las frecuencias y el número de orden de las capas evaluadas. Esto significa que la columna con el precio se resalta visualmente en la zanja sin blindaje, como se implementó en los casos de estudio. Los estudios de caso se describirán en detalle a continuación.
El segundo criterio (factor) evaluado será la influencia de la tecnología de excavación (Fig. 6a-f). Para producir la Fig. 6, se utilizaron datos de la Fig. 5, pero la Fig. 6 se presenta por separado para evaluar de forma independiente el factor mencionado anteriormente.
Gráficos de los diferentes tipos de excavaciones y tecnologías utilizadas; (a) zanja blindada; (b) pozo protegido; (c) pozo sin protección; (d) zanja del camino; (e) zanja sin blindaje; f) Precio mínimo, máximo y medio de cada tipo y tecnología de excavación.
Al comparar las cinco tecnologías (zanja protegida, zanja no protegida, pozo protegido, pozo no protegido y zanja para carretera), se muestra que el tipo de excavación más costosa es la zanja protegida (Fig. 6a). Es importante tener en cuenta que el precio refleja los costos y los costos reflejan los factores en juego. La zanja blindada tiene un carácter lineal, y al excavarla no se puede optimizar el rendimiento de la maquinaria como ocurre en el caso de otro tipo de excavaciones con un carácter más espacial. Es lógico que en esta tecnología tan cara, la clase de trabajabilidad 7 sea la más costosa (con un volumen cúbico inferior a 100 m3), ya que se trata de la estructura geológica más difícil de aflojar y cargar. Por el contrario, las más económicas son las clases de trabajabilidad 1 y 2, que son las más fáciles de aflojar y cargar (en volúmenes cúbicos superiores a 5000 m3). La relación entre la clase de trabajabilidad más barata y más cara es 15 veces mayor (93,1/6,3 = 14,8).
El segundo tipo de excavación más costoso es el pozo protegido (Fig. 6b). Utilizando un pozo protegido, es más probable optimizar espacialmente la excavación gradual. La más costosa es la clase de trabajabilidad 7 para volúmenes cúbicos inferiores a 100 m3, y las clases de trabajabilidad 1 y 2 más baratas para volúmenes cúbicos superiores a 5000 m3. La relación entre la opción más barata y la más cara es seis veces mayor (52,6/8,2 = 6,4).
El tercer tipo de excavación más costoso es el pozo sin protección (Fig. 6c). No es necesario montar soportes en comparación con la tecnología anterior. Aa para el valor más caro y más barato, la situación es idéntica a la del pozo blindado, pero la relación es 20 veces mayor (46,8/2,3 = 20,4).
La zanja de carretera es el cuarto tipo de excavación más cara (Fig. 6d). Es relativamente poco exigente y fácil de optimizar en comparación con los tipos de excavación anteriores. La proporción entre la opción más barata y la más cara es la más alta (35 veces; 60,0/1,7 = 35,3). Esto significa que la estructura ingeniería-geológica es la más importante en este tipo de excavación (aparte del volumen cúbico). La diferencia se debe a las diferencias entre las clases de trabajabilidad más caras 6 y 7 (con un volumen cúbico inferior a 100 m3) y las clases de trabajabilidad más baratas 1 y 2 (con un volumen cúbico superior a 5000 m3).
El tipo de excavación menos costoso es la zanja sin protección (Fig. 6e), en la que los costos se reducen por la ausencia de soportes de la zanja. La relación entre el precio mínimo (clase de trabajabilidad 7 y volumen cúbico inferior a 100 m3 y 100-1000 m3) y el precio máximo (clase de trabajabilidad 1 y 2 para un volumen cúbico superior a 5000 m3) es 19 veces (36,9/2,0 = 18,5 ), lo que señala la importancia de la estructura geológica.
El tercer criterio (factor) evaluado es la influencia del volumen cúbico excavado por precio de 1 m3 dentro del movimiento de tierras. Produjimos cuatro gráficos con cuatro volúmenes cúbicos excavados, a saber, menos de 100 m3 (Fig. 7a), 100–1000 m3 (Fig. 7b), 1000–5000 m3 (Fig. 7c) y más de 5000 m3 (Fig. 7d). Al mismo tiempo, la Fig. 7e muestra los precios mínimo, máximo y promedio con respecto a los cuatro volúmenes cúbicos excavados.
Gráficos de volúmenes cúbicos excavados evaluados; a) volumen cúbico excavado inferior a 100 m3; (b) volumen cúbico excavado entre 100 y 1000 m3; c) volumen cúbico excavado entre 1.000 y 5.000 m3; (d) volumen cúbico excavado superior a 5000 m3; e) Precio máximo, mínimo y medio de los volúmenes cúbicos excavados.
En cuanto a la evaluación del volumen cúbico por debajo de 100 m3 (Fig. 7a), existe una clara dependencia en el sentido de que los precios aumentan desde las clases de trabajabilidad 1 y 2 más baratas hasta la clase de trabajabilidad 7 más cara en cada tipo de excavación y tecnología. También está claro que el precio más bajo para tal volumen cúbico se encuentra en las clases de trabajabilidad 1 y 2 utilizando zanjas sin blindaje. Por otro lado, la más cara es la complicada tecnología de zanja blindada. En todas las clases de trabajabilidad, los precios aumentan en el orden: zanja no blindada, zanja de carretera, pozo no blindado, zanja blindada y pozo blindado). Sólo hay tres excepciones. En la clase de trabajabilidad 3, la tecnología más costosa es la de foso blindado y la penúltima la de zanja blindada. El orden de estos dos tipos cambia en las clases de trabajabilidad 4 y 5. En las clases de trabajabilidad 6 y 7, la segunda tecnología más cara es la zanja de carretera debido a la capacidad reducida para optimizar el movimiento de tierras (las excavaciones lineales son más difíciles de optimizar en rocas duras).
Al comparar el volumen cúbico por debajo de 100 m3 (Fig. 7a) con otros volúmenes cúbicos (100–1000 m3; Fig. 7b, 1000–5000 m3; Fig. 7c y más de 5000 m3; Fig. 7d), el orden es casi idéntico. La regla es que los precios aumentan junto con el aumento de la clase de trabajabilidad y una tecnología de excavación más exigente.
Al comparar la relación entre el precio mínimo y máximo (Fig. 7e) en relación con los cuatro volúmenes cúbicos evaluados, se muestra, por ejemplo, la relación entre el mínimo y el máximo en el volumen cúbico más pequeño inferior a 100 m3 (89,6 euros), lo que constituye una proporción de 27 veces (93,1/3,5 = 26,6). En otros volúmenes, la relación es incluso hasta 55 veces (93,1/1,7 = 54,8) en un volumen cúbico superior a 5.000 m3. Este factor es claramente importante. Si analizamos los precios medios de los volúmenes cúbicos excavados, la relación entre el precio más caro para los volúmenes cúbicos inferiores a 100 m3 y el precio medio mínimo para los volúmenes cúbicos excavados superiores a 5.000 m3 es de 12,3 euros (13,2%).
En el siguiente texto se describen los resultados de las influencias de todos los parámetros importantes que participaron en la ejecución de los movimientos de tierra y, por lo tanto, también forman parte de su fijación de precios. Por tanto, en el resultado final, esta influencia se refleja en el coste del movimiento de tierras. Para muchos edificios, los movimientos de tierras son uno de los elementos más importantes del coste total de construcción. Especialmente se trata de aquellas estructuras que trabajan con grandes cambios volumétricos, como por ejemplo el desplazamiento de macizos rocosos (suelo o roca). La influencia de la clase de trabajabilidad se evaluará primero porque este parámetro refleja la cantidad de trabajo necesario para romper y cargar macizos rocosos. Esto significa que las rocas más fáciles de romper (como el suelo) tendrán una proporción menor del precio total que las rocas más difíciles de romper, como las rocas. La segunda influencia evaluada es la influencia del volumen cúbico excavado. En este caso, un mayor volumen de metros cúbicos tendrá un mayor impacto en el precio global que los metros cúbicos más pequeños. Sin embargo, esta cantidad también se tiene en cuenta en el hecho de que un metro cúbico será más barato en el importe total para movimientos de tierra de mayor volumen que para movimientos de tierra de menor volumen. La tercera evaluación será la influencia del tipo de excavación y su tecnología. Como zanja sin blindaje, zanja de carretera, pozo protegido, pozo sin blindaje y zanja protegida. En este caso, los tipos de excavación más simples y menos exigentes y su tecnología son más baratos que los tipos más complejos y exigentes (en la frase anterior se ordenan de forma ascendente según esta afirmación).
Para comparar los diferentes factores (clases de trabajabilidad, volumen cúbico excavado y tipo de excavación y su tecnología) que influyen en el precio de 1 m3 de movimiento de tierras, utilizamos la comparación de precios medios y de los factores (Fig. 8). La mayor influencia en el precio se observó con la estructura geológica de ingeniería representada por la clase de trabajabilidad, es decir, 46,8% (Eur 43,6; Fig. 8a). La influencia se calculó como una relación porcentual entre el precio medio mínimo y máximo de las clases de trabajabilidad más baja y más alta. La segunda influencia más destacada se observó con el tipo de excavación y su tecnología, es decir, un 29,9% (Eur 27,8; Fig. 8b). Esta influencia se obtuvo como una relación porcentual entre el precio mínimo y máximo de las tecnologías más baratas y más caras. El tercero fue el volumen cúbico excavado, es decir, el 13,2% (Eur 12,3; Fig. 8c). Esto se calculó como una relación porcentual entre el precio promedio mínimo y máximo de la categoría de volumen cúbico más barata de más de 5000 m3 y la categoría de volumen cúbico más costosa de menos de 100 m3.
Gráficos de la influencia de los diferentes factores de movimiento de tierras en el precio de 1 m3 de movimiento de tierras (enfoque de evaluación—estudio 1); (a) factor de clase de trabajabilidad; (b) tipo de excavación y su tecnología; (c) factor de volumen cúbico excavado.
Cuando comparamos todas estas influencias, se muestra que la influencia del 46,8% en las estructuras ingeniería-geológicas representadas por las clases de trabajabilidad tiene casi el doble (1,6) de influencia que el tipo de excavación (29,9%). Por lo tanto, al planificar un movimiento de tierras, lo más importante es prestar atención a los estudios geológicos para determinar la estructura geológica con precisión y las clases de trabajabilidad. Esto tiene una influencia fundamental en la determinación de los precios de los movimientos de tierras (46,8%). La parte restante del precio viene determinada por el tipo de excavación y su tecnología (29,9%) y los volúmenes cúbicos excavados (13,2%).
Los seis estudios de caso de sistemas de alcantarillado evaluados en secciones de ingeniería geológica y descritos en esta subsección (Fig. 3) están localizados en el mapa geológico Fig. 2. Los diferentes sistemas de alcantarillado se implementaron tecnológicamente como zanjas sin blindaje (Estudio 2a), mientras que sus precios se da para cada localidad en las figuras 9a a f. El precio se resume en las Figs. 9g y 10. Cada sistema de alcantarillado 1 a 6 (estudio de caso) se implementó utilizando la tecnología de zanja sin blindaje, pero también hay un cálculo para la tecnología de zanja blindada (Estudio 2b), que no se implementó.
Gráfico que compara los volúmenes cúbicos excavados (m3) en los diferentes estudios de caso y el precio (EUR) utilizando la tecnología de zanja sin blindaje (enfoque de evaluación—estudio 2a) y zanja blindada (enfoque de evaluación—estudio 2b); (a) localidad 1; (b) localidad 2; (c) localidad 3; d) localidad 4; (e) localidad 5; f) localidad 6; g) valores resumidos para todas las localidades.
Gráfico de precios totales para todos los estudios de caso en función de las clases de trabajabilidad y diferentes capas, incluida su génesis; (a) la opción 2a implementada: zanja sin blindaje; (b) opción hipotética 2b: zanja blindada.
Cuando comparamos los estudios de caso (Fig. 9a-f), el mayor volumen cúbico excavado fue en la primera localidad, es decir, 77,0% (2751,1 m3) de todas las localidades. Aunque el primer caso de estudio (Fig. 9a) se implementó en 6 capas, solo había tres clases de trabajabilidad (2, 3 y 4). La más dominante fue la cuarta capa (489,7 m3), que representó 4.943,0 euros (24,6%) en zanja no blindada. La segunda opción, la de zanja blindada, fue 2,7 veces más cara (13.416,7 euros).
El segundo estudio de caso (Fig. 9b) representó el 1,9% (68,5 m3) de todo el volumen cúbico excavado en todos los estudios de caso. Se implementó en cuatro capas y dos clases de trabajabilidad (2 y 3). La más voluminosa fue la segunda capa desde la superficie del terreno (44,2 m3), que ascendió a 268,4 euros (1,3%) utilizando la tecnología de zanja sin blindaje. La tecnología de zanja blindada no implementada fue 3,3 veces más cara (889,6 euros).
En comparación con todas las localidades evaluadas, el tercer caso de estudio (Fig. 9c) representó el 3,5% (124,0 m3) del volumen cúbico excavado. En este estudio de caso, sólo se evaluaron tres capas (clases de trabajabilidad 2, 3 y 4). La más voluminosa (72,1 m3) fue la segunda capa con un precio por zanja no blindada de 727,5 euros (3,6%) y por zanja blindada de 2.864,9 euros (5,0%). Esto significa que la zanja blindada era 3,9 veces más cara que la zanja no blindada.
El cuarto caso de estudio (Fig. 9d) representó el 7,1% (254,5 m3) del volumen cúbico excavado de todas las localidades. El cuarto estudio de caso se implementó en 3 capas como arriba, pero solo bajo una clase de trabajabilidad (3). La más voluminosa fue la segunda capa desde la superficie del suelo (148,9 m3). Este volumen cuesta 905,0 euros (4,5%) si se excava con la tecnología de zanja no blindada, y 2.088,3 euros si se utiliza la tecnología de zanja blindada (2,3 veces más caro).
El quinto caso de estudio (Fig. 9e) representa el 5,7% (204,1 m3) de todo el volumen cúbico excavado. Se excavaron tres capas de dos clases de trabajabilidad (2 y 3). La más voluminosa fue la segunda capa (103,5 m3), que costó 629,4 euros (3,1%) en zanja no blindada y 1.452,4 euros en zanja blindada (2,3 veces más cara).
En cuanto al volumen cúbico total excavado, el sexto caso de estudio (Fig. 9f) representa el 4,7% (168,6 m3). Allí se evaluaron cuatro capas de clases de trabajabilidad 3, 4, 5 y 6. La más voluminosa fue la primera capa (55,6 m3), que costó 337,9 euros (1,7%) en zanja sin blindaje, y 1.119,9 euros (2,0%) en zanja blindada. . Es interesante que en este estudio de caso, la primera capa (clase de trabajabilidad 3) tuvo el mayor volumen pero fue la que costó menos excavar en comparación con las clases de trabajabilidad más altas. Esto no ocurrió en otros estudios de caso.
El volumen cúbico total excavado en las seis localidades fue de 3570,6 m3 (Fig. 9g). El precio total fue de 20.073,4 euros utilizando la tecnología de trinchera sin blindaje, mientras que la hipotética opción costaría 57.219,8 euros (2,9 veces más).
Si evaluamos todos los estudios de caso en un gráfico (Fig. 10), es posible observar lo siguiente. De las siete clases de trabajabilidad, logramos identificar solo cinco en las seis localidades estudiadas (clases de trabajabilidad 2, 3, 4, 5 y 6), quedando así fuera las clases 1 y 7. La más abundante fue la clase de trabajabilidad 3 con un 39,6% (7.942,8 euros para zanja sin blindaje; Fig. 10a). Curiosamente, esta clase está compuesta por el mayor número de tipos genéticos de suelo (sedimentos glaciolacustres, proluviales, antropogénicos, fluviales y eólicos), mientras que predominaron los sedimentos glaciolacustres (20,5%). La segunda clase más abundante fue la clase de trabajabilidad 4 con un 30,6% (6.134,2 Eur) constituida por 3 tipos genéticos diferentes (sedimentos glaciolacustres, fluviales y eluviales). En tercer lugar quedó la clase de trabajabilidad 2 con un 22,4% (4.498,8 euros) con 2 tipos genéticos (glaciolacustres y sedimentos eólicos). Las tres clases más dominantes fueron las más abundantes para el tipo genético de sedimentos glaciolacustres. Las dos últimas clases de trabajabilidad 5 (4,3%) y 6 (3,1%) tuvieron sólo una pequeña proporción y estuvieron representadas por sedimentos eluviales y marinos.
Para una mejor visibilidad y comparación, también hicimos un gráfico para el precio de la zanja blindada (Fig. 10b). Podemos observar cambios en los precios totales en relación a las clases de trabajabilidad en todos los casos de estudio, y al mismo tiempo, también están las diferentes capas y su génesis. La relación del precio total del estudio 2a que utiliza la tecnología de zanja sin blindaje es 2,9 veces más barata que en el estudio 2b que utiliza la tecnología de zanja blindada.
Como conclusión de esta Sección (Estudios 2a yb), identificamos la influencia de los tres factores examinados en el precio de la implementación del movimiento de tierras del sistema de alcantarillado. Si evaluamos la influencia de las clases de trabajabilidad, para la evaluación se utilizaron precios promedio. La Figura 11 muestra los gráficos que comparan los volúmenes cúbicos excavados y sus precios en los 6 estudios de caso como suma.
Gráficos de la influencia de diferentes factores de movimiento de tierras en el precio de las excavaciones (estudio 2a—zanja sin blindaje, la primera columna; estudio 2b—zanja blindada, la segunda columna), (a) factor de clase de trabajabilidad; (b) factor de volumen cúbico excavado; c) tipo de excavación y su tecnología.
El primer factor evaluado fueron las clases de trabajabilidad (Fig. 11a). Encontramos que las clases más dominantes (para zanjas sin blindaje, estudio 2a) fueron las clases de trabajabilidad 2 (22,4%), 3 (39,6%) y 4 (13,7%). Por el contrario, las menos dominantes fueron las clases de trabajabilidad 5 (4,3%) y 6 (3,1%). La relación entre el precio medio mínimo y máximo fue del 36,5% considerando la tecnología de zanja no blindada. Existe una analogía con la segunda opción de zanja blindada (estudio 2b) pero la relación entre el precio medio mínimo y máximo ascendió al 31,2%. Claramente, las clases de trabajabilidad extrema (1 y 7) no fueron excavadas en los 6 casos de estudio y, por lo tanto, no se incluyeron en el precio.
El segundo factor evaluado fue el volumen cúbico excavado (Fig. 11b). El grupo más dominante (en zanjas sin blindaje, estudio 2a) fue el volumen cúbico de 100 a 1000 m3 (63,8%) y el grupo menos dominante fue el volumen cúbico excavado de 1000 a 5000 m3 (17,6%). La diferencia en el precio medio entre el volumen cúbico más barato y el más caro fue del 46,2%. El orden de los volúmenes cúbicos evaluados para zanja blindada (estudio 2b) fue idéntico al del segundo grupo evaluado de zanja no blindada (estudio 2a), mientras que la diferencia entre el volumen cúbico más barato y el más caro fue del 33,3% considerando los precios promedio. Falta el volumen cúbico de más de 5000 m3, ya que formaba parte únicamente del estudio 1.
El tercer factor evaluado fue comparar la tecnología implementada de zanja sin blindaje con el costo de la zanja blindada (Fig. 11c). La diferencia en los precios medios de las dos tecnologías fue del 161,1%.
Como conclusión de los estudios 2a y 2b, podemos afirmar que identificamos una influencia estructurada de los factores (Fig. 12). Para comparar los resultados del segundo estudio, también indicamos los resultados del estudio 1 (Fig. 12a). En cuanto al segundo estudio, en la tecnología de zanja no blindada (estudio 2a) el factor más determinante fue el tipo de excavación y su tecnología con un 66% (Fig. 12b); el segundo factor fue el volumen cúbico excavado con un 19%, y el tercero fue la influencia de la clase de trabajabilidad con un 15%. En la tecnología de zanja blindada (Fig. 12c; estudio 2b) la influencia fue análoga: 49% (el tipo de excavación y su tecnología), 26% (volumen cúbico excavado) y 25% (clase de trabajabilidad).
Gráfico de resultados del estudio con niveles cuantificados de influencia de los diferentes factores en el precio del movimiento de tierras (clase de trabajabilidad, tipo de excavación y su tecnología, volumen cúbico excavado), (a) estudio 1; (b) estudio 2a; (c) estudio 2b.
Estos resultados se ven afectados por el diferente número de tipos de excavaciones. En el estudio 2, comparamos solo dos tecnologías (zanja protegida y no protegida), mientras que en el estudio 1 comparamos cinco tipos de excavaciones. A continuación, las 6 localidades (estudios de caso) no incluyeron las clases de trabajabilidad extrema 1 (suelos sueltos y no consolidados trabajables con pala) y 7 (rocas duras y saludables). La última razón es que en los estudios de caso no se evaluó el volumen cúbico superior a 5.000 m3. Al combinar estas condiciones límite, los factores se vieron influenciados significativamente.
Realizamos dos estudios (enfoques de evaluación) evaluando la influencia de diferentes factores (clase de trabajabilidad, tipo de excavación y su tecnología, y volumen cúbico excavado) sobre el precio del movimiento de tierras. Para el estudio 1 se utilizó como unidad de valoración 1 m3 de suelo excavado. El estudio 2 se evaluó a partir de 6 estudios de caso, donde se evaluaron diferentes factores en función de los volúmenes reales de movimiento de tierras, volúmenes reales de capas excavadas y cargadas y sus clases de trabajabilidad. Todos estos factores fueron tomados como representantes de la influencia ingeniería-geológica en el precio del movimiento de tierras. Al mismo tiempo, evaluamos la influencia del tipo de excavación implementada y su tecnología (zanja sin blindaje—estudio 2a), que se comparó con una tecnología más complicada (zanja blindada—estudio 2b).
En el estudio 1, identificamos el siguiente orden de influencia en el precio del movimiento de tierras. El primer factor dominante fue la clase de trabajabilidad con un 52%. El segundo factor en importancia fue el tipo de excavación y su tecnología con un 33%. La menor influencia sobre el precio del movimiento de tierras se estableció en el volumen cúbico excavado (15%), lo que resulta algo sorprendente, teniendo en cuenta la idea común de que el volumen pertenece a los factores decisivos del precio.
El estudio 2 se implementó en dos variantes (2a y 2b), donde la primera variante se refería al sistema de alcantarillado excavado real utilizando la tecnología de zanja sin blindaje en 6 estudios de caso. La segunda variante se calculó hipotéticamente para compararla con el estudio 2a.
Los resultados del Estudio 2a difirieron del Estudio 1 y tuvieron el siguiente orden de factores: la mayor influencia se observó en el tipo de excavación y su tecnología (66%), en segundo lugar las clases de trabajabilidad (19%) y en tercer lugar fue la excavación cúbica. volumen (15%). En el Estudio 2b encontramos que la influencia más significativa estuvo en el tipo de excavación (49%), en segundo lugar quedó el volumen cúbico excavado (26%) y en tercer lugar las clases de trabajabilidad (25%).
La combinación de volumen cúbico y predominio o falta de ciertas clases de trabajabilidad provocó ratios en las cuantificaciones de los factores. El orden de influencia de los factores sobre el precio del movimiento de tierras cambió claramente en comparación con el estudio 1, lo que nos permite evaluar mejor la validez de esta investigación.
El estudio 1 parece tener una mayor validez, donde evaluamos los tres factores en el rango completo de todas las categorías. Al estudio 2 le faltaban algunas categorías, por ejemplo, en cuanto a las clases de trabajabilidad, no había clases de trabajabilidad 1 y 7. Además, la categoría de volumen cúbico excavado superior a 5000 m3 no podría haberse incluido en la cuantificación. En cuanto al tercer factor (tipo de excavación y su tecnología), comparamos sólo dos categorías (zanja sin blindaje y zanja blindada). Con base en lo anterior, la validez del estudio 2 es menor. Sin embargo, es muy raro que una localidad tenga todas las categorías. El estudio 2 es valioso porque se trata de localidades de la vida real (estudios de caso), lo cual es importante para dicha evaluación. A pesar de los resultados, lo importante es la metodología. Esta metodología podrá aplicarse en otras localidades.
Teniendo en cuenta el hecho de que el movimiento de tierras representa uno de los grupos de trabajo más dominantes en la industria de la construcción, este estudio es importante para la ingeniería geológica, la geotecnia y toda la industria de la construcción debido a la atención estructurada que se presta a cada factor evaluado del movimiento de tierras.
Las influencias y cuantificaciones establecidas se pueden utilizar con fines de investigación y enseñanza para informar a todos los grupos de expertos sobre qué impactar al documentar y mapear las localidades de construcción para determinar correctamente las clases de trabajabilidad. Los diferentes factores determinan los costos totales del movimiento de tierras, mientras que los costos del movimiento de tierras influyen en el precio de un proyecto de construcción. Un hallazgo importante es que la correcta identificación de las clases de trabajabilidad tiene la influencia dominante en el precio.
Todos los datos analizados durante este estudio se incluyen en este artículo publicado.
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Los autores desean agradecer a VŠB—Universidad Técnica de Ostrava por el apoyo del proyecto (SP2020/49 y SP2021/59), dentro del cual se preparó este artículo. Todas las figuras y diagramas fueron preparados por los autores utilizando el software CorelDRAW Graphic Suite 2019 www.coreldraw.com.
Este trabajo fue apoyado por la Facultad de Minería y Geología, VŠB—Universidad Técnica de Ostrava, proyectos: SP2020/49 y SP2021/59.
Departamento de Ingeniería Geológica, Facultad de Minería y Geología, VŠB-Universidad Técnica de Ostrava, 708 33, Ostrava, República Checa
Marian Marschalko, Dominik Niemiec, David Neuman y Veronika Glacova
Departamento de Geodesia, Facultad de Geoingeniería, Universidad de Warmia y Mazury en Olsztyn, Oczapowskiego 2, 10-719, Olsztyn, Polonia
Dariusz Popielarczyk
Departamento de Ingeniería Ambiental, Facultad de Minería y Geología, VŠB-Universidad Técnica de Ostrava, 708 33, Ostrava, República Checa
Simona Matusková
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Todos los autores contribuyeron a la concepción y diseño del estudio. La preparación del material, la recopilación de datos y el análisis fueron realizados por DP, SM, DN, DN y VG. El primer borrador del manuscrito fue escrito por MM y todos los autores comentaron las versiones anteriores del manuscrito. Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.
Correspondencia a Dariusz Popielarczyk.
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
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Marschalko, M., Popielarczyk, D., Matuskova, S. et al. Estudio ingeniería-geológico de las relaciones entre trabajabilidad del suelo y la roca, tipo y volumen de materiales excavados y costos de movimiento de tierras (seis estudios de caso). Representante científico 13, 5377 (2023). https://doi.org/10.1038/s41598-023-31859-3
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Recibido: 23 de octubre de 2022
Aceptado: 20 de marzo de 2023
Publicado: 02 de abril de 2023
DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-023-31859-3
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